10 de abril, 2017
Una historia de amor
La LaLand
Estados Unidos, 2017
Dirección: Damien Chazelle
Con diálogos simples pero intensos y una hermosa música,
La LaLand invita a pensar el sentido más profundo de nuestro andar por este mundo. Mediante una sencilla historia de amor, dos jóvenes se piensan, se sueñan,se plantean qué ser y qué hacer.
Ambos protagonistas se encuentran en su propia búsqueda vocacional, su “sueño”. Lo que gusta, llena y apasiona. Ella, ser actriz de cine. Él, ser músico de jazz en un bar propio. Búsquedas más allá de lo que cueste, de lo que digan. Con el tiempo que lleve, yendo en contra de la inercia, de la comodidad y de la alienación social.¿Serán fracasos todas aquellas vicisitudes que enfrentar para lograr llegar a lo que se desea?
La música es protagonista y ante cada escena introduce el tema del diálogo.
“En alguna parte hay un lugar donde descubriré quién voy a ser”.
Es una historia de amor. Ni más ni menos. Esto implica que hay un encuentro, un caminar de la mano pero respetando la identidad de cada uno. A lo largo de todo el film,Mia y Sebastianse apoyan, se sostienen y empujan los sueños de realización de cada uno. Y funciona. Cada uno mantiene la esperanza en el otro, mientras lucha interiormente con su propia búsqueda.
“Alguien que te dé el empujón, alguien puede llevarte a dónde quieres ir (…)pero tenés que estar dispuesta a que te encuentren”.
Hay una búsqueda, que en este caso se da juntos. Así,ambosse dan cuenta que esos sueños pueden empezar por caminos más comunes, pero no menos arduos. Resignan algo en su propia búsqueda. Ambos, cada uno por su lado —pero sabiendo del otro—, comienzan a “probar”.
“No sé que viniste a hacer, pero quiero hacerlo contigo”.
Hay un desencuentro: cada uno se encamina en su vocación y resulta que no coincide con las
“ideas que uno tenía acerca de cómo era el otro, o de lo que haría el otro, o de lo que creía que haría el otro...”.
—“Entonces,¿es a largo plazo eso?
—¿Cómo creías que iba a ser?¿Que no íbamos a tener éxito?
—¿Te gusta la música que tocás?
—¡Qué importa si me gusta!
— Creía que era importante para cumplir tu sueño.
— Tú querías que lo hiciera y ahora parece que no.
—Quería que lo hagas para tener empleo estable y puedas abrir tu bar.
—Ya es momento de madurar. ¡Me dedico a esto! Si te molesta, lo hubieras dicho antes. Quizá te gustaba cuando era un fracasado...”.
Hay reencuentro apoyando la vocación del otro. La búsqueda del propio sueño continúa:
“Tendremos que esperar a ver qué pasa”.
Escuchemos a Lennon, que en
Beautiful Boy dice: “
La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”. Quizás esa pueda ser una linda síntesis de la película.
Por
Juan Pablo Dolcini•redaccion@boletinsalesiano.com.ar
Boletín Salesiano, abril 2017