Don Bosco dedicó su trabajo y oración especialmente en favor de los jóvenes más pobres, abandonados y en peligro. Los salesianos queremos ser signos y portadores del amor de Dios para esos jóvenes, y así formar buenos cristianos y honrados ciudadanos.
Por eso educamos y evangelizamos buscando un desarrollo integral que haga de los chicos y chicas personas de fe, comprometidas, solidarias y responsables en la Iglesia y en la sociedad. Nuestro proyecto tiene como centro a la persona, buscando que pueda desplegar su proyecto de vida según la llamada de Dios.
En cada obra salesiana, estos son los pilares fundamentales de nuestra propuesta:
La evangelización y la catequesis
Ayudar a los jóvenes a conocer a Jesús y acompañarlos en el desarrollo de la dimensión espiritual de su persona es nuestra principal tarea. Por eso acompañamos su crecimiento ofreciendo itinerarios de evangelización en la fe cristiana y en los valores del Evangelio.
La educación y la formación para el trabajo
La educación de los jóvenes es uno de los grandes desafíos que se presentan para alcanzar una sociedad con posibilidades reales para todos.Colaboramos con esta tarea de manera especial ofreciendo distintas modalidades de educación inicial, primaria y secundaria; técnica y agrotécnica; institutos terciarios y de formación docente; la Universidad Salesiana Argentina; residencias universitarias y hogares; centros de capacitación laboral; apoyo escolar; deporte y recreación.
Los grupos juveniles
Chicos y chicas comparten en grupos y con confianza sus intereses, inquietudes y pasiones en un ambiente de participación y de relaciones fraternas. Acompañados por adultos y otros jóvenes encuentran un lugar de reflexión y crecimiento en la fe donde también despertar las ganas de hacer algo por los demás.
Por eso promovemos la formación de grupos y comunidades juveniles, orientados al servicio, la evangelización, y el disfrute del tiempo libre y la vida en la naturaleza.
La atención a los niños, adolescentes y jóvenes en riesgo
Para nosotros, los jóvenes no son peligrosos: están en peligro. Y creemos firmemente que todos tienen algo bueno para ofrecerle a la sociedad.
A través de grupos juveniles, residencias, comedores y talleres buscamos llegar a ellos para que descubran la fe y el valor de la vida, y se animen a soñar y construir su futuro.
La misión entre los pueblos originarios
Ya desde fines del siglo XIX, Don Bosco intuía la particular vulnerabilidad de los jóvenes de los pueblos originarios frente al avance de la colonización y las culturas extranjeras.
Los misioneros salesianos colaboran en el desarrollo integral y la promoción de los pueblos originarios, sobre todo en la Patagonia, generando valiosos intercambios religiosos y culturales, y nuevas oportunidades para los chicos y chicas de esas comunidades.