Evangelio del Dia

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Sábado 20 de Diciembre de 2025

Lc. 1, 26-38

En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».

María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».

El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».

María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.

La Palabra me dice


Toda la preparación del pueblo de Israel, encuentra en esta escena su culminación. María en nombre de toda la humanidad, llevando la esperanza de todos los hombres y mujeres, y sin demasiadas explicaciones y, por lo tanto, sin demasiada comprensión, dice "Sí, hágase", y es ese momento el de la felicidad de Dios y de todos nosotros, por que lo que esperábamos, por fin podía cumplirse

"Alégrate llena de Gracia": Es importante saber que Dios nos llena de gracias y de dones a cada uno, a veces parece muy difícil encontrarlos, pero están ahí, sólo es cuestión de buscarlos, y de ponerlos al servicio, para que la gracia de Dios sea total.

"Yo soy la servidora del Señor, hágase en mi según tu palabra": aquí vemos que el servicio Jesús lo aprendió de su madre, y que María no servía por el sólo hecho de servir, sino que lo hacía consciente de que su servicio traería gracias y el amor a todos. Aprendamos de María a servir, conscientes de que esta es la única manera de llevar a Jesús a los otros.


Con corazón salesiano


La Hermana Rosario Zapata, hija de inmigrantes españoles, Hija de María Auxiliadora y misionera en la Patagonia, da su Sí como María y acepta el reto de vivir en la Misión de la Candelaria, en la Tierra del Fuego, en aquellos años en que también se albergaban allí a los Onas de la Isla Dawson. Con su Sí aceptó el reto de convivir con una raza distinta a sus 23 años, de soportar crudos inviernos, temperaturas de 23 grados bajo cero, pero nunca dejando de lado su compromiso de llevar a Jesús a ese inhóspito punto de la tierra.


A la Palabra, le digo


Gracias Jesús por María, mi Madre. Ella, con su ejemplo, me estimula a amarte, a poner tu voluntad en primer lugar, y a amarte por encima de todo. Mamá María juega un papel muy importante en la historia de la humanidad, pues vivió uno de los momentos mas importantes del cual depende mi vida y tu vida, el momento en que le dijo Sí al Señor.

"Soy la humilde esclava del Señor, hágase en mi según tu voluntad". A ejemplo de María debemos meditar todo en nuestro corazón.