La Palabra me dice
"Miren lo que sucede con la higuera". Estoy invitado a mirar más allá de lo que se ve, para descubrir esos brotes de vida que se van gestando en el silencio y que me hablan de una Presencia que va llegando, la del Reino de Dios, que tiene como finalidad la liberación de toda la persona, de toda la creación. Me pregunto en la vida cotidiana qué significa "mirar más allá de lo que se ve" en la comunidad, en la vida de aquel chico, de aquella chica que vive situaciones difíciles, que más me cuesta acompañar. "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". Mientras va pasando mi vida, en las múltiples actividades, en lo apretado de mi agenda de fin de año... me pregunto qué lugar ocupa la Palabra de Dios. ¿Puedo detenerme un momento y mirar los brotes nuevos que va dejando? ¿Por qué Ella permanece? ¿Qué la hace siempre actual?
Con corazón salesiano
Don Pascual Chávez, en las Actas del Consejo General Nº 386, nos dice que... "la lectura salesiana de la escritura no dependerá sólo de una cuidadosa exégesis científica, por muy fundada y actualizada que sea, sino, ante todo, de la fidelidad renovada a nuestra misión: los jóvenes. Sus necesidades mueven y orientan nuestra acción pastoral; y nosotros, con Don Bosco, afirmamos nuestra preferencia por la juventud pobre, abandonada y en peligro, la que tiene mayor necesidad de ser querida y evangelizada. El salesiano que leyendo la Biblia quiere escuchar a Dios, se pone a oír la voz de los jóvenes, sus necesidades y sus aspiraciones, sus silencios y sus esperanzas, sus carencias y sus sueños; los jóvenes son, en efecto, la otra fuente de nuestra inspiración evangelizadora".
A la Palabra, le digo
Me propongo no dejar que las cosas de este día pasen por alto y mirar la naturaleza, mi vida, la vida de los chicos, de la gente que trabaja conmigo desde esta clave: mirar más allá de lo que se ve y advertir este Reino de Dios que está llegando. Canto con Teresa Parodi, el tema "Que no se ve": "Cuánta poesía tiene la vida que no se ve, cuánto milagro, pan cotidiano, que no se ve vaya a saber cómo se mira que no se ve, cuánto se olvida que no se ve cuánto se pierde que no se ve. Vamos buscando tan apurados quién sabe qué hasta que un día nos damos cuenta cuánto se fue. vaya a saber con que indulgencia que no se venos perdonamos más de una vez, lo que dejamos que no se ve. Sé que no es tarde, que nunca es tarde para aprender que si te quiero debo decirlo más de una vez. vuelvo a nacer, cada mañana vuelvo a nacer, voy tras de aquello que no se ve. Qué maravilla, canto a la vida, vuelvo a nacer."
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