FAMILIA SALESIANA

Un sueño de muchos para llegar a todos

Don Bosco quería llegar a la mayor cantidad de jóvenes posible. Para eso buscó sumar a su obra a toda persona de buena fe que quisiera colaborar con el desarrollo y la evangelización de los niños, adolescentes y jóvenes.
Durante su vida, y aún más luego de su muerte, su espiritualidad y su particular estilo educativo dieron lugar a un vasto movimiento de personas de distinta condición —hombres y mujeres, jóvenes y adultos, religiosos y laicos— comprometidos con la vida de los jóvenes.
La grandeza de Don Bosco pasa por comprender que la promoción de los jóvenes era y es una empresa que obliga a no quedarse con lo ya conseguido. El "santo de los jóvenes" se desafiaba a sí mismo y a su época: siempre quiso crecer, ir más allá y no atesorar, por ello encuentra un tesoro en el trabajar junto con otros.

Actualmente la Familia Salesiana reúne a treinta y un grupos y asociaciones que, junto a los Salesianos de Don Bosco, son oficialmente reconocidos como parte del carisma salesiano. Y si bien esta diversidad es una riqueza en sí misma, encuentra otro tesoro al ubicar como centro de su acción educativa y evangelizadora a los jóvenes y su vínculo con Dios.
Siendo fiel a sus convicciones e intuiciones, Don Bosco se preocupó y se ocupó de confiarle a María Auxiliadora esta gran Familia. Es ella quien garantiza el crecimiento de la obra de Don Bosco, el cuidado de sus hijos y la unidad de sus miembros.