SANTIDAD SALESIANA

Don Bosco repetía una y otra vez a los muchachos del oratorio que la santidad consiste en hacer bien lo de todos los días, no necesariamente requiere grandes actos ni una vida alejada de los demás, sino más bien todo lo contrario: vivir con intensidad, alegría y al servicio de los demás.

A lo largo de la historia Dios ha regalado a la Familia Salesiana un amplio número de santos y beatos. Ellos y ellas, con su vida y su testimonio, son signos de la presencia de Jesús es medio nuestro.