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27 de abril, 2016

Ser jóvenes misericordiosos

El desafío de hablar de la misericordia de Dios con los jóvenes encierra la certeza de que ellos ya tienen mucho para decir.

Una nueva publicación de Ediciones Don Bosco Argentina invita a recrear las obras de misericordia en una clave juvenil y cotidiana. Denise Estremero y Luis Balmaceda, junto a las ilustraciones de Gustavo Daguerre, son los autores de Ser jóvenes misericordiosos como el padre, un libro que busca que los jóvenes nos hablen de la misericordia.

¿Cómo surge la idea de este libro?
Denise: Ediciones Don Bosco nos convoca sabiendo que los dos acompañamos desde hace más de veinte años la Pastoral de Juventud a nivel nacional. Un eje para nosotros fue recordar que la Pastoral de Juventud en Latinoamérica propone una espiritualidad encarnada; que no separe lo corporal de lo espiritual. Muchos chicos y chicas llegan a Jesús desde el voluntariado, los grupos misioneros, las actividades solidarias; a partir del encuentro con otro que me necesita y me hace sentir útil. Entonces, la manera de celebrar la fe tiene que ser acompañada por obras, por actividades que pasen por el cuerpo.

¿Cómo presentan las obras de misericordia?
Denise: En el libro unimos dos obras, una espiritual y otra corporal, a partir de un criterio determinado. Así, por ejemplo, “perdonar al que nos ofende” está unida a “vestir al desnudo”, para pensarlas como la dignidad que falta, desde lo simbólico y desde algún recurso.
Luis: Este libro es una relectura de las obras de misericordia en clave de encarnación, y también en clave de provocación; buscamos hacer pensar de otra manera, teniendo en cuenta lo que se vive cada fin de semana en los grupos juveniles; y durante la semana en las escuelas.
Denise: Muchas veces tendemos a etiquetar, a decir que los jóvenes “de Iglesia” son los que van a misa los domingos, participan de encuentros o tienen un determinado perfil. Pero muchos otros que no entran en ese molde igual se encuentran con Jesús, transforman la realidad y quieren comprometerse con sus hermanos.

¿Por qué sería importante que les hablemos a los jóvenes de la Misericordia?
Luis: Está muy ligado a la impronta que Francisco le ha dado al tema; en algún sentido, es un aporte más para que los pibes “sigan haciendo lío”. Y nos parece importante por la situación vital que atraviesan los jóvenes. Por otro lado, muchas veces eso que hacen como acción no está acompañado por la reflexión. Nosotros damos algunas pautas para pensar eso.
Denise: No es que nosotros les estamos hablando sobre algo que ellos no viven. Los jóvenes nos hablan de misericordia todo el tiempo. Para la Iglesia es una gran riqueza abrir los ojos y encontrarse con que los jóvenes viven la misericordia con mucha pasión y entrega. El libro dice “ser jóvenes misericordiosos”. Ellos ya tienen esta gran capacidad. Y son un mensaje de esperanza para el mundo adulto.

Por Santiago Valdemoros • redaccion@boletinsalesiano.com.ar

Mayo 2016