28 de noviembre, 2014
Para regalar a todo niño
Hablando de la hermosa y reconfortante alegría de evangelizar, el papa Francisco menciona en la
Evangelii Gaudium que este gozo de la fe que poseemos los creyentes es algo que hemos recibido a través de personas concretas, y cita entonces al apóstol Pablo:
“Recuerden a aquellos dirigentes que les anunciaron la Palabra de Dios” (Hb 13,7). A veces, se trata de personas sencillas y cercanas que nos iniciaron en la vida de la fe:
“Tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice”, le escribe Pablo a Timoteo, que de pequeño ha recibido su “primera catequesis” dentro de su misma familia.
Si en nuestra familia, la salesiana, miramos al mismísimo Juanito Bosco, tendremos presente que él tuvo como primera maestra de catequesis a Mamá Margarita. De ella recibió los rudimentos de la fe. Por ella supo del amor de Dios y de su infaltable providencia. Gracias a Margarita aprendió a descubrir la mano y la presencia de Dios creador en la naturaleza de su tierra natal. Ella le enseñó a rezar, a pedir perdón por los pecados, a compartir en la caridad con el que menos tenía.
Estamos una vez más en el mes de agosto. Y los niños esperan su regalo. De alguna manera nos las ingeniamos para que algún presente reciban, aún en medio de tanta crisis económica. Uno de esos regalos que no podemos ni debemos olvidar es el regalo de la fe. Y encima es tan gratuito como valioso.
Quienes tenemos la dicha de ser padrinos o madrinas de bautismo, recordamos aquél momento de la celebración en que nos entregaron una pequeña vela encendida, invitándonos a cuidar de la fe de nuestros ahijados como de una pequeña llama, débil pero luminosa, que necesita ser custodiada y alimentada.
Entre tantas atenciones que podemos tener para con los niños en su día —y también en los restantes trescientos sesenta y cuatro— es trasmitirle de alguna manera la alegría de la fe, el valor de confiar en Dios, la serena certeza de que es Padre y camina con nosotros.
Por Ángel Amaya, sdb