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14 de julio, 2019

“Los gobiernos fomentan la grieta porque sirve a sus intereses”

El papa Francisco y los medios de comunicación, entre otros temas, en una charla con Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata.



Si estaba con cara seria o sonriendo. Si lo recibió a él o a ella. Lo que dijo y lo que calló. A quiénes le mandó regalos y a quiénes no. Lo que hace, dice y denuncia Francisco parece estar hoy más que nunca en la mira de los medios de comunicación y ser tema de opinión de todos los periodistas.

Un ejemplo es lo que sucedió a principios de junio durante la Cumbre Panamericana de jueces celebrada en el Vaticano, con medios oficialistas y opositores tratando de sacar partido de las declaraciones del Papa sobre la relación entre el Poder Judicial y el sistema político.

Para entender mejor el mensaje de Francisco y ayudar a no dejarse llevar por interpretaciones superficiales, el Boletín Salesiano dialogó con monseñor Víctor Manuel Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina durante diez años y arzobispo de La Plata desde 2018: una persona muy cercana a Francisco.

Algunos católicos parecen “desconcertados” por algunos planteos de Francisco, sobre todo cuando toma postura en referencia a cuestiones sociales. ¿Qué le decimos a esas personas?

Recomiendo especialmente no dejarse manipular por algunos sectores de la prensa o por algunas “movidas” en las redes sociales. Los sectores más orientados a una mentalidad economicista y neoliberal tienden a denostar el mensaje social cristiano, pero además están utilizando muy bien los recursos de la comunicación para ridiculizar ese mensaje.
“Jesús dijo que lo que hacíamos a los más pobres a Él se lo hacemos. Si eso no le sirve a tu partido político, no le eches la culpa al papa Francisco”.

Por ejemplo, cuando el Papa habla de los pobres ellos inducen a pensar que lo que el Papa dice es que los pobres tienen que vivir sin trabajar. Pero en realidad, si leemos los textos del Papa, vemos que afirma todo lo contrario: que las ayudas con subsidios deben ser provisorias, porque lo que interesa es que todos puedan ganarse el pan dignamente, con su trabajo.

Pero no vale la pena hacer esta aclaración porque la ignorarán, y seguirán diciendo que el Papa es “populista” cada vez que salga a defender a los pobres.

¿Algo similar sucede con la posición de Francisco respecto a Venezuela?

El Papa ha dicho claramente que la situación en Venezuela no da para más y que Maduro no respetó los acuerdos que se habían alcanzado. Pero tampoco puede ponerse del lado de quienes están llevando adelante la oposición ahora, porque son del sector más radicalizado, que quiere volver atrás, como era antes de Chávez, cuando unas pocas familias eran dueñas de todo el país en alianza con Estados Unidos.

No podemos decir que los venezolanos que quieren a Chávez sean “tontos”. Algo ocurría en Venezuela cuando la gente votó a Chávez, con todas sus debilidades y errores. Entonces si el Vaticano no quiere estar de lado ni de Maduro ni de esta oposición, porque cree que lo que necesita Venezuela no es ninguna de las dos cosas, eso no significa que esté aprobando lo que hace Maduro. No dejemos que determinados intereses nos lleven a mirar las cosas de un solo color ignorando la complejidad de la realidad.

¿Por qué hay sectores que buscan que se malinterprete el mensaje de Francisco?

Si lo que el Papa dice, que no es más que la Doctrina Social de la Iglesia, no le sirve a mi partido político, no creo que la opción correcta sea colocar por encima de todo esa opción política.

Ciertamente, algunos son más liberales que católicos, como si el Evangelio mismo no tuviera una fuerte dimensión social. Jesús dijo que lo que hacíamos a los más pobres a Él se lo hacemos, dijo que cuando demos un banquete no invitemos a los vecinos ricos sino a los pobres. Si eso no le sirve a tu partido político, no le eches la culpa al papa Francisco.

En esta línea hay algunos autores muy apreciados por los medios argentinos que aparentan seriedad académica, pero son francamente muy superficiales en sus análisis.

Por ejemplo, cuando el Papa defiende a los inmigrantes, muchos dicen que es populista, pero en realidad esa defensa que hace Francisco de los inmigrantes es poco popular, porque la mayor parte de la población italiana y europea odia a los inmigrantes. ¿Qué tiene de populista entonces defender a los inmigrantes? En realidad, el populista es el gobierno italiano, que utiliza la xenofobia de la población para ganar votos, y lo logra muy bien.

Lamentablemente muchos católicos se quedan en esta superficialidad mediática y terminan criticando a su propio Papa arrastrados por los medios y las redes, que responden a determinados intereses que no son precisamente los de la Iglesia o los de la sociedad.



El debate por la legalización del aborto el año pasado dio lugar a duros enfrentamientos. En un contexto un poco más sereno, ¿qué aporte podemos hacer sobre este tema?

El problema es que en este tema no hay término medio. Quien realmente está convencido de la inmensa dignidad de toda vida humana, y de la obligación de defender especialmente la vida más frágil e indefensa, no puede suavizar esa defensa para no quedar mal ante el resto.
“Quien realmente está convencido de la inmensa dignidad de toda vida humana no puede suavizar esa defensa para no quedar mal ante el resto”

Lo que es verdad es que tendríamos que ser más coherentes en la defensa de la vida, y mostrar al mismo tiempo un fuerte compromiso social con los más pobres, especialmente con las mujeres pobres. Porque, como dice Francisco, la vida humana se defiende siempre, no sólo antes del parto, y hay mucha vida humana maltratada, muchas personas viviendo indignamente, muchas vidas truncadas. Vemos a Donald Trump manifestándose en contra del aborto pero defendiendo la pena de muerte y la guerra. Esas incoherencias se pagan caro y generan violencia social.

¿Qué pistas se le pueden brindar a un ciudadano que tiene que orientar su voto este año desde el pensamiento cristiano?

Sería difícil contestar, porque cualquier respuesta puede ser usada en mi contra. Lamentablemente, tanto el gobierno anterior como el actual han fomentado la llamada “grieta” porque sirve a sus intereses. Pero eso le hace un daño inmenso al país. Es lo que pasa cuando la lucha por el poder se coloca por encima de todo lo demás.

Por Ezequiel Herrero  redaccion@boletinsalesiano.com.ar

BOLETÍN SALESIANO - JULIO 2019