05 de mayo, 2017
Los "chajá" de Itatí
Funcionarios detenidos como partícipes de una organización de tráfico de marihuana a gran escala y líderes de un clan que opera hace años en el noreste del país. Efectivos policiales, abogados y escribanos cómplices del negocio en la región. Un pueblo entero atravesado por el narcotráfico y con un sistema absolutamente blindado. Ocultos bajo la pantalla de una falaz labor social con los más pobres,
llegaron al poder y se hicieron señores de la ilegalidad en su territorio.
Frente a la magnitud de las operaciones salió a luz el relato
de “los chajá”: chicos captados por los hijos del clan para colaborar con la organización. Distribuidos en el pueblo o sobre el río, tenían la obligación de advertir el peligro durante el transporte de la droga. Cautivos de este pulido sistema de corrupción que sostuvo por años el nexo entre el narcotráfico y el poder en Itatí; al límite, a cambio de “espejos de colores”.
El hecho muestra el penoso contraste entre sus aspiraciones y las posibilidades de realización que les ofrece la sociedad en que viven. Queda mucho por hacer en Itatí para que “los chicos ganen”. Defender del mal su territorio —oficio del chajá— será el inicio. Pero el reto es construir su inclusión en el tejido de la ciudadanía. Un pueblo obligado a crear para ellos espacios vitales a favor de
la creatividad como fortaleza resiliente, que restaure la confianza en sus genuinas posibilidades de crecer y progresar.
María Lucía Cantini, hma