25 de enero, 2016
Estoy a tu lado
A tu lado
Nunca crece la persona, sólo crece el corazón.
Y cuando me sienta triste, me acordaré de hoy.
Y recuerdo los momentos que nos dio el verano.
Te acompaño día a día, te acompaño a volar.
Te acompaño en la tristeza y te doy felicidad.
Y recuerda los momentos, por favor, que estuvimos al lado.
Más difícil el camino se nos hace, más me gusta cruzarlo.
Jugaremos a ser niños, volveremos a empezar.
Lloraremos tu ausencia y buscaremos quién amar.
Porque fuimos la neblina y hoy somos la claridad.
Y si el tiempo corre fuerte, que se escape... no lo quiero alcanzar
Mostraremos las arrugas, mostraremos el dolor.
Lucharemos día a día por estar algo mejor.
Y recuerdo los momentos, que nos dio el verano.
Más difícil el camino se nos hace, más me gusta cruzarlo.
Cuando me toque mirarte desde el cielo te seguiré cuidando
Que le avisen a esta vida que por siempre… estoy a tu lado.
Y hay veces que toca dormirse, pero uno siempre se puede despertar.
Júrame en esta despedida, que aunque te caigas te vas a levantar.
Recuerda que hay muchos veranos, y nunca te olvides que queda uno más.
Y si algún día yo te hago falta… vos no te preocupes, te voy a buscar.
Estoy a tu lado... yo estoy a tu lado.
Artista: Camineros
Álbum: Santy Koskio (2012)
Estoy a tu lado es la certeza qué llenó el corazón de los chicos que se supieron amados por Don Bosco. Es la entrañable verdad que vivimos muchos de nosotros al sentirnos acompañados por tantos y tantas que en el cotidiano se juegan la vida por nuestra plenitud. Es una seguridad que se traduce en una comprometida opción por la cual, al sabernos queridos inmensamente, somos capaces de darlo todo por el Dios que ama a los jóvenes.
La presencia significativa es uno de los núcleos fundamentales de la pedagogía de Don Bosco que nos ayuda a sintonizar las búsquedas más profundas de los jóvenes. Es una dimensión irrenunciable de nuestro carisma que implica salir al encuentro de los pibes, habitar sus mundos y comprender sus profundas aspiraciones y las de quienes los rodean. Es estar ahí “bancándole los trapos”, en el día a día, en sus alegrías y tristezas. Es ayudarlos a leer el paso de Dios por sus vidas
para que puedan sentir, en nuestra cariñosa compañía, al mismo Tata Dios estando a su lado.
Encarnar hoy la cercanía de Don Bosco es ir a buscar a los que más necesitan de la paternidad compasiva de Dios. Es también ayudar a los pibes a levantarse cuando están caídos por los caminos difíciles que tienen que atravesar. Es luchar con ellos para que vivan una vida que valga la pena y descubrir y potenciar sus fortalezas para que puedan volar alto. Al querer imitarlo y seguirlo apasionadamente nos encontramos con un gran regalo: a 200 años de su nacimiento, nos mira y nos cuida desde el cielo, y podemos sentir clara su palabrita al oído que nos dice:
estoy a tu lado.
Preguntas para profundizar…
- ¿Cómo hacemos que nuestra presencia junto a los jóvenes sea significativa?
- ¿Quiénes fueron las personas que estuvieron a tu lado cuando las cosas no salieron bien, qué gestos tuvieron para con vos?
- ¿Qué desafíos implica intentar cuidar, acompañar y ayudar a crecer la vida de los jóvenes?
Apovechá para pasar por el corazón los rostros y nombres de los que estuvieron y están a tu lado cuando las cosas no salen tan bien… y de aquellos a los cuáles intentas cuidar, acompañar y ayudar a crecer con tu presencia significativa.
¡Animate a seguir celebrando la vida compartida que nos sostiene e impulsa para seguir construyendo el Reino al estilo de Don Bosco!
Por
Mauro Moreno Role, sdb • mmoreno@donbosco.org.ar