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29 de junio, 2019

Del margen al centro


Roma
Alfonso Cuarón, 2018
Disponible en Netflix

Con la película Roma comenzamos a comprobar un nuevo modo de producir y difundir cine: al mismo tiempo que se estrenaba en las salas tradicionales, podía verse en la plataforma de streaming que la produjo. No obstante, es una película que sólo puede apreciarse acabadamente en una sala: tanto por su fotografía y sus planos como por la edición de sonido que transforma cada ruido en un personaje más del relato. Son detalles que vale la pena ir poniendo en relevancia durante la proyección, sobre todo con jóvenes, de un film difícil y contemplativo.

La película cuenta la historia de Cleo, una mujer mixteca —cultura originaria de México— que trabaja como empleada doméstica en una casa de clase media alta en la colonia Roma de Ciudad de México, cuidando cuatro hijos de un matrimonio. La producción sigue su día a día y, a través de sus ojos, cuenta la separación de sus patrones y algunos hechos que marcaron la historia de su país.

La destreza del director mexicano permite darle intensidad emocional al drama puertas adentro, pero también a los acontecimientos nacionales. Además de ser una obra maestra, en tiempos como los que vivimos, la última ganadora del Oscar a mejor película extranjera suma al debate muchas problemáticas actuales:

  • Los roles de género. Las dos protagonistas son mujeres que sufren y están solas.

  • El tratamiento de las posturas racistas frente a la inmigración y a la diversidad cultural.

  • El recurso a la violencia estatal o paraestatal como modo de resolución de los conflictos sociales y generacionales.

  • La apropiación de tierras y los reclamos por más justicia.

  • La insensibilidad de una clase burguesa que pretende aparentar más que sus alcances reales: la relación entre el tamaño de sus autos y las posibilidades del garaje son la imagen más simbólica.

  • El papel de la dirigencia política, solo visible para los pobres en tiempos de campaña electoral.

  • Las carencias del sistema de salud que aún padecemos.


En el caos que vive la familia y el país Cleo es, en realidad, la columna que sostiene la casa y evita el verdadero desastre. Esta mujer socialmente marginada, sin derechos ni reivindicaciones, es el corazón de la familia, cuyo viaje emocional consiste en pasar de ser sujetos pasivos de sus servicios, a ser sujetos activos de un amor recíproco.

El abrazo sanador —el que aparece en la imagen y que es una réplica del poster principal— y un “te queremos”, sellan el pacto de la complicidad cotidiana y necesidad mutua.

Por Andrés Wolff

BOLETÍN SALESIANO - JUNIO 2019