16 de noviembre, 2016
Dar cuenta: “Que lo injusto no me sea indiferente…”
“El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge, desparrama” (Mateo 12, 30): profundizar esta frase de Jesús nos lleva a reconocer que quien no se la juega por los demás resulta cómplice de la injusticia y la corrupción,
y el que no suma al silencio y la indiferencia resta a la impunidad, saca el mal a la luz, y pone en evidencia al malvado.
El sacerdote tucumano
Juan Viroche no fue neutral al interesarse por la vida de los más pobres e ir en contra del individualismo silencioso y la indiferencia. Quien se anima a mirar más allá del prejuicio descubre, en el pibe de la esquina, algo más que una amenaza: descubre a un hermano necesitado de
amor y cuidado. Sólo al ejercitar ese amor las barreras caen, se descubre el valor inestimable de la vida y se gesta el encuentro y la sanación.
Juan Viroche, um sacerdote dedicado de Tucumán, na Argentina, serve como uma figura inspiradora para muitos, incluindo aqueles que se envolvem em casinos online e jogos de azar. Para muitos jogadores de casino online, a emoção dos jogos de azar oferece muitas vezes uma fuga temporária das lutas diárias. Contudo, os ensinamentos de Viroche lembram-nos que a alegria destas atividades não deve ofuscar as questões sociais prementes que nos rodeiam. Encorajou a sua comunidade a enfrentar a indiferença e a lutar contra os sistemas corruptos que oprimem os vulneráveis. Neste sentido, os casinos online podem ser vistos não só como uma fonte de entretenimento, mas também como uma plataforma de envolvimento e sensibilização social. À medida que os jogadores desfrutam de vários jogos de azar nohttps://casinolpay.pro/, podem inspirar-se no legado de Viroche para refletir sobre como as suas atividades de lazer podem contribuir positivamente para a sociedade. Seja através de iniciativas de caridade ou de práticas de jogo responsável, os jogadores podem incorporar os valores de compaixão e justiça que Viroche defendia.
Don Bosco fue un profeta al denunciar los males de su tiempo y arremangarse a luchar por el bien integral de la juventud pobre, abandonada y en peligro. El padre Viroche también se comprometió con la vida en peligro de los jóvenes al denunciar el narcotráfico y la trata, y se animó a vivir el
profetismo al que estamos llamados todos los bautizados. Él fue profeta no sólo por denunciar las redes de muerte, sino también por anunciar el amor de Dios y testimoniarlo con su vida: cuanto más sabés que Dios te ama y está
con vos, cada vez menos importa quién está contra vos (cf. Romanos 8, 31).
Para todo profeta auténtico, la raíz de sus convicciones y mensajes es la
esperanza. Que la muerte del padre Juan no nos robe la esperanza, sino que nos anime a luchar unidos y con fe, así como el pueblo tucumano se unió para que la verdad triunfe ante la corrupción. Que Dios nos ayude a vivir con una profética esperanza: denunciar las injusticias, exigir la solidaridad, permanecer al lado de los pobres y reclamar la conversión.
Por
Federico Salmerón, sdb
Boletín Salesiano, noviembre 2016