La Palabra me dice
Se me viene a la mente que la fiesta de la Anunciación del Señor nos recuerda que Dios cumple su palabra. Dios se dirige a una muchacha de pueblo, a una desconocida en el ambiente social y religioso, y con ella comienza una nueva historia. María recibe un anuncio y en ella ese anuncio lo recibo también yo y toda la humanidad. El Ángel, símbolo de la presencia de Dios llega hasta donde María, entra en su casa, llega hasta su lugar vital y la saluda como la favorecida, invitándola a la alegría. Pero el saludo llega mucho más allá. El Ángel le dice que el Señor está con ella.
Con corazón salesiano
Don Bosco les dirá a sus muchachos que Dios no es alguien extraño en nuestras vidas, sino que está solícitamente presente, acompañando, sosteniendo, proponiendo…
A la Palabra, le digo
Señor, que como María esté atento a tus voces, a tus signos, a las formas muchas veces sorprendentes que tenés de mostrarnos tu querer. Que a lo largo del día pueda estar más atento a los distintos signos que me muestran tu presencia cotidiana y providente.
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