La Palabra me dice
Estamos llamados a saber pedir, saber buscar, saber llamar. Una propuesta que encierra un verdadero dinamismo de crecimiento para lograr lo que estamos llamados a ser. Ser capaces de amar, poniéndonos en el lugar del otro. Ser capaces de misericordia, para alcanzar así la plenitud de la ley. Podemos sintetizar: pensar bien de todos, hablar bien de todos, hacer el bien a todos.
Con corazón salesiano
En su experiencia inicial del oratorio, Don Bosco vive ese proceso de la Palabra. Lo que llamamos el oratorio ambulante, es pedir, buscar, llamar, para ofrecer a sus muchachos un lugar y sobre todo un ambiente donde todos se sientan queridos y valorados. Un ambiente donde cada uno ofrece lo mejor de sí, por el bien de todos. Todos buscando que cada uno se sienta feliz, en esa gran familia.
A la Palabra, le digo
Jesucristo no quita nada, lo da todo por la salvación de todos. Que con generosidad sepa dar lo mejor de mi por el bien de toda la comunidad.
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