La Palabra me dice
Mantener viva la conciencia de la misión y no encerrarse en el resultado obtenido. Jesús se volvió conocido. Todos iban detrás de él. Esta publicidad gustó a los discípulos. Fueron a buscar a Jesús para llevarlo de nuevo junto con la gente que lo buscaba, y le dicen: “Todos te buscan”. Pensaban que Jesús iba a participar en el banquete. ¡Se engañaban! Jesús no acudió y dijo: “Vamos para otros lugares. ¡He venido para esto precisamente!”. Seguramente se extrañaron. Jesús no era como se lo imaginaban. Tenía una conciencia mucho más clara de su misión y quería transmitirla a los discípulos. No quiere que se encierren en el resultado ya obtenido. No deben mirar atrás. Al igual que Jesús, deben mantener bien viva la conciencia de su misión. Es la misión recibida del Padre la que debe orientarlos en la toma de decisiones. He venido para esto. Este fue el primer malentendido entre Jesús y los discípulos. De momento, no es más que una pequeña divergencia. Más adelante, en el evangelio de Marcos, este malentendido, a pesar de las muchas advertencias de Jesús, crece y llega casi a una ruptura entre Jesús y los discípulos (cf. Mc 8,14-21.32-33; 9,32; 14,27). Hoy también existen malentendidos de cara al rumbo del anuncio de la Buena Nueva. Marcos ayuda a prestar atención a las divergencias, para no permitir que crezcan hasta llegar a una ruptura.
Con corazón salesiano
Don Bosco que cultiva la oración, al punto de poder encontrar a Dios en todas las situaciones y personas: “contemplativos en la acción”, porque antes se ha sido contemplativo en la propia vida y en el silencio. El ansia de los primeros salesianos de ampliar horizontes, y no esperar a que las condiciones sean las óptimas para emprender las tareas, sino dar comienzo rápidamente y con las muchas o generalmente pocas seguridades y herramientas, ya que “para esto han venido”.
A la Palabra, le digo
Señor, que no me quede “peinando ovejas” o celebrando los aparentes éxitos obtenidos… que me sirvan como punto de partida para agradecer, repensar y relanzar.
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