Evangelio del Dia

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Lunes 29 de Abril de 2024

La Palabra dice


Jn. 14, 21-26

“El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él».

Judas -no el Iscariote- le dijo: «Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?». Jesús le respondió: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.

La Palabra me dice


El amor es la carta de identidad de nosotros, los cristianos. El amor está conectado a vivir su Palabra y a cumplir sus mandamientos. Y como no sabemos amar como Jesús nos amó, el Espíritu Santo viene en nuestra ayuda; es el Espíritu de Jesús.


Con corazón salesiano


Volviendo a tener presente el cuadro de María Auxiliadora que hizo pintar Don Bosco, aparece el Espíritu Santo en forma de paloma por sobre la Virgen quien nos muestra al Hijo de Dios en sus brazos. Es una visión catequística y teológicamente trinitaria. Nuestra Madre está plenamente inserta en el misterio del Dios Amor.

Pero no es solo una enseñanza doctrinal la que nos transmite nuestro padre Don Bosco. Es ciertamente una experiencia de fe y de amor vivida, practicada.

Pensando en el sueño de los nueve años, podemos ver que  bajo la guía de esta Maestra llegó a ser realmente sabio. Y “sabio” en la Biblia es quien conoce la manera de amar de Dios según sus leyes, sus mandamientos.

El sistema preventivo de Don Bosco se encuentra en esta sintonía. Es un camino en la búsqueda de la sabiduría, en el arte de educar y evangelizar en el amor. La razón, la religión y el amor hecho amabilidad son las bases de un método pedagógico y de una espiritualidad. Si nos olvidamos perderemos la fidelidad a nuestro carisma original.


A la Palabra, le digo


Gracias, Padre, por el gran regalo del Espíritu Santo a tu Iglesia. 

Te pedimos que sepamos invocarlo siempre para obtener la sabiduría de poder saber y saborear las cosas que te gustan. 

Que aprendamos a vivir en plenitud la vida del amor como la Virgen María y Don Bosco.