La Palabra me dice
El amor es la carta de identidad de nosotros, los cristianos. El amor está conectado a vivir su Palabra y a cumplir sus mandamientos. Y como no sabemos amar como Jesús nos amó, el Espíritu Santo viene en nuestra ayuda; es el Espíritu de Jesús.
Con corazón salesiano
Volviendo a tener presente el cuadro de María Auxiliadora que hizo pintar Don Bosco, aparece el Espíritu Santo en forma de paloma por sobre la Virgen quien nos muestra al Hijo de Dios en sus brazos. Es una visión catequística y teológicamente trinitaria. Nuestra Madre está plenamente inserta en el misterio del Dios Amor. Pero no es solo una enseñanza doctrinal la que nos transmite nuestro padre Don Bosco. Es ciertamente una experiencia de fe y de amor vivida, practicada.
Pensando en el sueño de los nueve años, podemos ver que bajo la guía de esta Maestra llegó a ser realmente sabio. Y “sabio” en la Biblia es quien conoce la manera de amar de Dios según sus leyes, sus mandamientos.
El sistema preventivo de Don Bosco se encuentra en esta sintonía. Es un camino en la búsqueda de la sabiduría, en el arte de educar y evangelizar en el amor. La razón, la religión y el amor hecho amabilidad son las bases de un método pedagógico y de una espiritualidad. Si nos olvidamos perderemos la fidelidad a nuestro carisma original.
A la Palabra, le digo
Gracias, Padre, por el gran regalo del Espíritu Santo a tu Iglesia. Te pedimos que sepamos invocarlo siempre para obtener la sabiduría de poder saber y saborear las cosas que te gustan.
Que aprendamos a vivir en plenitud la vida del amor como la Virgen María y Don Bosco.
|