La Palabra me dice
El tiempo pascual es tiempo de ser verdaderos “Discípulos misioneros”. Es el ejemplo del evangelista Marcos cuya fiesta litúrgica de hoy nos ayuda a tomar con fuerza renovada el ser “Iglesia en salida”, de la que nos habla el Papa Francisco. Jesús nos pide “ir por todo el mundo, anunciar la Buena Noticia, a toda la creación”. Los signos de la presencia de Dios nos acompañarán.
Con corazón salesiano
En el cuadro de María Auxiliadora que hizo pintar Don Bosco, aparece el evangelista Marcos sentado sobre un león simbolizando su manera de presentar a Cristo. San Marcos contempla a María como la Madre del que anunció el Evangelio. La Auxiliadora se nos presenta en una visión eclesial amplia. Es Reina, en primer lugar, de Apóstoles y evangelistas, es la que da fuerzas a toda la tarea evangelizadora de la Iglesia. Recordemos por eso hoy el impresionante “sueño” profético que Don Bosco tuvo sobre las misiones. Durante su estadía en Barcelona en 1886 soñó que un personaje le ordena: “Traza una línea desde Valparaíso, Chile, pasando por el centro de África hasta Pekín, en China”. Y Don Bosco cuenta que en esa franja del mundo ve montañas, colinas, mares, gente de países muy pobres con condiciones básicas deterioriadas y a muchos niños y niñas que encuentran en los salesianos a sus padres y en las Hijas de María Auxiliadora a sus madres. Percibe enormes dificultades: las distancias, la escasez de salesianos, las persecuciones. Pero también siente la presencia de la Maestra que le guía y anima. Ve multiplicarse los centros educativos y las casas para la formación de salesianos. Y cuando Don Bosco terminó de relatarlo dijo: “¡Cuánto nos ama María!”.
A la Palabra, le digo
Gracias, Señor Jesús, por pertenecer a tu comunidad, la Iglesia. Ayúdanos, con la ayuda de tu Madre Auxiliadora, a ser verdaderos discípulos y misioneros de tu Evangelio. Que podamos continuar con los sueños de evangelización de san Juan Bosco guiados por Ella.
|