La Palabra me dice
Este texto es una brillante catequesis sobre nuestra fe y nuestro seguimiento a Jesús Resucitado. En el camino de la vida constatamos la presencia de Él ¿De qué manera? Principalmente en la escucha de la Palabra y en la celebración de la fracción del Pan. Palabra y Pan para entender que Jesús está vivo y camina entre nosotros. Necesitamos experimentar la fe en Jesús en nuestra vida cotidiana. Si estamos cansados y abrumados por tantas dificultades y tantos problemas, es hora que nos dejemos interpelar por la propuesta de Jesús para darle un sentido verdadero a nuestra existencia. Jesús cercano, Jesús vivo, Jesús hermano. En la vida de la Iglesia existen varias experiencias juveniles y propuestas espirituales inspiradas en el Camino de Emaús. Es un icono del encuentro con Jesús. Hace unos años, la Iglesia en Latinoamérica y el Caribe, celebró en Santo Domingo su Conferencia general. Allí se hizo la relectura del pasaje evangélico de los discípulos de Emaús, dando este hermoso resultado para recordar y actualizar: “El episodio de los discípulos de Emaús, relatado por el evangelista Lucas, nos presenta a Jesús resucitado anunciando la Buena Nueva. Puede ser también un modelo de la Nueva Evangelización” (Santo Domingo, Mensaje 13). Conviene tener presente estos cinco capítulos del Documento de Santo Domingo que hacen referencia explícita a Emaús: 1. Jesucristo Ayer, Hoy y Siempre: Jesús sale al encuentro de la humanidad que camina (Lc. 24, 13-17); 2. Promoción humana: Jesús comparte el camino de los seres humanos (Lc. 24,17-24); 3. La cultura: Jesús ilumina con las Escrituras el camino de los hombres (Lc. 24,25-28); 4. Un nuevo ardor: Jesús se da a conocer en la fracción del pan (Lc. 24, 28-32); 5. Misión: Jesús es anunciado por los discípulos (Lc. 24, 33-35). Aquí tenemos un plan.
Con corazón salesiano
“El educador salesiano pone en primer término la práctica de la animación para conducir a las personas a la escucha y a la acogida de Jesús. El modelo es el del camino de Emaús: acercarse a la persona del joven con sentido misionero; ir al encuentro con actitud de escucha y de acogida; anunciar el Evangelio ofreciendo acompañamiento (cfr. CG20, nn. 360-365; CG23, nn. 94-111). La animación da prioridad a los procesos de personalización y de crecimiento de la conciencia, educa las motivaciones que guían las opciones de la persona y su capacidad crítica, activa también su implicación para hacerlas responsables y protagonistas de los propios procesos educativos y pastorales. Se propone como meta crear comunión en torno a valores, criterios, objetivos y procesos de la Pastoral Juvenil Salesiana, dando profundidad a la identidad vocacional de los educadores. Del mismo modo, la animación refuerza la comunicación y la participación entre todos, promoviendo la corresponsabilidad. Se compromete a favorecer la colaboración, la complementariedad y la coordinación de todos en torno a un proyecto compartido”. La Pastoral Juvenil Salesiana, pág. 122.
A la Palabra, le digo
Querido Jesús, en el camino de la vida te he descubierto como el mejor compañero. Seguiré tus pasos en la lectura de la Palabra y en el encuentro personal y comunitario de la Eucaristía. Me comprometo a hacerlo para aumentar la fe.
|