La Palabra me dice
No siempre es fácil entender a los demás. A veces no llegamos a comprender aunque los demás nos expliquen aquello que nos quieren hacer ver. Otras veces hay situaciones tan obvias, que nos pasan frente a los ojos y podemos no reconocerlas. La atención es lo que marca la apertura o cerrazón a lo nuevo que viene o que está sucediendo, aunque no me dé cuenta de eso. En la vida hay indicadores que expresan el proceso de la salud y el crecimiento de las cosas, personas, y vínculos.
Jesús, como maestro de sus discípulos, hoy nos enseña a mirar en profundidad, a mirar reconociendo los frutos que indican en el árbol un proceso que no depende del mismo árbol, pero que influye en su estado actual. Pido al Señor que me ayude a crecer en conciencia: ¿hay cosas, sueños, decisiones, personas en mi vida de las que estoy huyendo y que hoy no llegué a darles espacio, ni a contemplarlas con una atención total?
Jesús nos muestra que la naturaleza misma de la vida que el Padre nos da, es sabia. Puedo estar buscando respuestas más allá de mí, sin reconocer que ellas están ya en mi vida. Focalizar mi mirada desde la contemplación vital de la existencia, donde Dios manifiesta sus signos de amor. Me pregunto en mi vida: ¿cuáles son esos indicadores que manifiestan que se está realizando el reino de Dios? |