Evangelio del Dia

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Viernes 14 de Julio de 2023

La Palabra dice


Mt 10, 16-23

«Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas. Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. 

Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. 

Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.

La Palabra me dice


Ovejas en medio de lobos.
La realidad es dura para quien se compromete a seguir a Jesús en serio, practicando el Evangelio hasta las últimas consecuencias. No es fácil, no será fácil. La causa del Reino es radical. Se verán y experimentarán muchas contradicciones en el camino. No teman. El Espíritu de su Padre hablará en ustedes. La sabiduría, como la savia, viene de dentro. Y hace crecer. No teman a todo lo que amenaza externamente. En ustedes habla, actúa, se manifiesta el Espíritu. No teman.

Con corazón salesiano


En el envío a los salesianos misioneros Don Bosco les dice:

“Vayan, pues; deberán soportar todo género de fatigas, de dificultades, de peligros, pero no teman, Dios está con ustedes; Él les dará tanta gracia, que podrán decir con san Pablo: omnia possum in eo qui me confortat. Se van, pero no se van solos, los acompañamos todos; sus compañeros seguirán su ejemplo e irán con ustedes al campo de la gloria y de las tribulaciones. Y los que no puedan ir con ustedes, los acompañarán con el pensamiento y la oración, condividirán con ustedes los consuelos, las aflicciones, las flores y las espinas (...).

Conocemos los sufrimientos que tuvo que pasar Don Bosco por ser fiel al llamado de Dios que le pedía que se hiciera cargo de esos jóvenes pobres, abandonados y en peligro. 

No son los peligros ni las fatigas lo que lo mueven o frenan para su entrega y misión, sino la plena certeza de que es el mismo Dios quien va haciendo las cosas. El motivo para escribir las memorias del oratorio es para “dar a conocer como Dios, Él mismo, fue guiando cada cosa en cada momento”.

A la Palabra, le digo


Quiero confiar y creerte. Dame la serena certeza, o al menos atisbos de certezas de que tu Espíritu está obrando en mí. A veces tengo la sensación de que "las olas de la muerte me envuelven" como narra el salmista.