Evangelio del Dia

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Miércoles 21 de Junio de 2023

La Palabra dice


Mt. 6, 1-6.16-18

«Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.»

La Palabra me dice


En este Evangelio, Jesús se refiere a las tres prácticas más importantes de la piedad del pueblo hebreo, como son el ayuno, la limosna y la oración. Este texto nos resulta familiar ya que es el elegido por la liturgia para la celebración del miércoles de ceniza, como una motivación especial para vivir un camino de conversión durante el tiempo de la cuaresma. La conversión debe ser una acción vital y permanente en la vida del cristiano, no sólo una actitud temporal de la cuaresma, aunque ese tiempo litúrgico sea particularmente especial para ello.

La conversión a la luz de la Palabra que hoy Jesús nos invita a intentar, es recorrer y vivir las prácticas de piedad desde una actitud de profunda interioridad y en diálogo y comunión con Dios. Con la expresión preventiva tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos, es también un llamado de atención para corrernos de las apariencias, de poner el centro en que los otros nos vean, de alguna manera podríamos decir que Jesús nos cuestiona que actuemos nuestra vida de discípulos, como tristemente muchas veces pasa.

Nos invita a ser auténticos como discípulos, a hacer lo que debemos hacer, sin publicitarnos, y obrando por convicción, y no por tener y conseguir reconocimiento de los demás.

Con corazón salesiano


La vida de Laurita nos da un bonito ejemplo de ayuno, limosna y oración, desde lo secreto del encuentro con Dios en la vida interior. El ayuno de la renuncia de su propia vida, ofreciéndola en la limosna por la conversión y salvación de su madre, y todo esto en el marco de una profunda experiencia de oración y encuentro personal con Dios. Demos gracias a Dios por Laurita y tantos y tantas jóvenes santos por la acción de Dios a través de la práctica del sistema preventivo.

A la Palabra, le digo


Señor queremos pedirte que nos ayudes a crecer en el camino de la autenticidad, viviendo nuestra vida de discípulos tuyos, asumiendo profundamente aquellas prácticas que nos vinculan con vos, libres de apariencias y desde una genuina experiencia de interioridad.