Evangelio del Dia

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Lunes 19 de Junio de 2023

La Palabra dice


Mt. 5, 38-42

«Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.»

La Palabra me dice


El Evangelio de este día seguramente nos tensiona profundamente, ya que nos pide una exigencia que es muy difícil de asumir. Me animo a decir que nos duele más el desafío que Jesús nos propone, que la cachetada que podríamos recibir, y que no sólo no tendríamos que devolver, sino que encima se nos invita a poner la otra mejilla. ¿Qué hacer con nuestras ansias de justicia, en el mejor de los casos, o también con los sentimientos de venganza que muchas veces rondan por nuestro corazón y nuestra mente? Creo que este desafío al que Jesús nos convoca en este día sólo lo podemos comprender desde la lógica interna del amor y la misericordia. Estas dos actitudes profundamente cristianas como son el amor y la misericordia son necesarias para poder sostener y vivir espacios de fraternidad y comunidad, como así también dentro de las exigencias de las familias, dónde tantas veces hay necesidad de poner la otra mejilla para derribar un muro o construir un puente. Muchas veces hay necesidad de ofrecer un poco más de lo que el otro o la otra reclama, para que se pueda llegar a comprender o por lo menos intuir cuán grande es el amor que se ofrece y pone al servicio. Ciertamente duro y difícil pero necesario. Jesús con sus propuestas siempre nos corre un poco más lejos la línea del desafío.

Con corazón salesiano


El desafío que hoy Jesús nos propone como estilo de vida, es casi imprescindible para poder vivir el sistema preventivo. A los muchachos y a las chicas debemos ofrecerles siempre nuevas oportunidades, ya que por la fragilidad propia de su edad, necesitarán de los educadores y pastores, estos gestos tan propios de corazones, que porque están llenos de Dios, pueden ofrecer mucho amor y perdón, y volver a ofrecerlo muchas veces, y todavía más si es necesario. Gracias Don Bosco por ayudarnos con tu método educativo a poder vivir este Evangelio tan difícil.

A la Palabra, le digo


Señor Jesús, que nos invitas a recorrer un camino tan difícil como el de poner la otra mejilla, te pedimos que nos colmes de tus sentimientos, para que podamos vivir como nos pides, pero no como un voluntarismo que nos duele, sino como fruto del amor genuino que crece siendo discípulos tuyos, y llenándonos de paz.