Con corazón salesiano
Un día como hoy, 10 de mayo, pero de 1884, Don Bosco escribía una carta a sus muchachos del oratorio. Él estaba en Roma, sus muchachos en Valdocco. Las cosas en el oratorio no andaban del todo bien. Los salesianos se habían como alejado del espíritu de los inicios. Don Bosco les escribe para recordarles el secreto de la Congregación y buscar que “permanezcan” en eso que es lo fundamental de nuestro carisma: la confianza, el amor, el buscar ser amados, la familiaridad… elementos fundacionales de nuestro ser salesianos.
Son tiempos estos en los que sentimos muy fuerte este llamado de nuestro padre Don Bosco a “permanecer” unidos/as a esta fuente carismática que nos hace ser lo que somos y lo que nos hace ser lo que Dios quiere de nosotros: que seamos ser signos y portadores de su amor a los jóvenes, especialmente los más pobres. |