La Palabra me dice
Hace un tiempo atrás se acercó un señor que recientemente había quedado viudo y me preguntó: “Padre, ¿Dónde está mi esposa? ¿Estará bien?”. Yo le respondí lo que dice Jesús en el Evangelio: “Quédese tranquilo, su esposa está en el lugar que Dios preparó para todos sus hijos. Un lugar junto a Él. Y tenga por descontado que está feliz”. Se despidió y me dijo: “Me voy tranquilo padre. Si ella está bien, yo seguiré en la lucha por ella y junto a ella”.
Me parece que esta experiencia grafica muy bien lo que Jesús expresa a sus discípulos en este domingo.
“Muéstranos el camino”, le dice Felipe. “Yo soy el camino”, le responde Jesús.
A través de este breve diálogo se nos van muchas dudas y cuestionamientos. Lo que nos toca como discípulos/as de Jesús es seguir sus huellas. Hacer nuestro el Evangelio. No más que esto. Buscamos, a veces, tantas recetas, tantos diagnósticos, tantos rituales para ver si encontramos el camino que nos alcance la felicidad, la plenitud…
¿Y si probamos con hacer vida, poquito a poco, de un paso a la vez, el Evangelio de Jesús? |