Evangelio del Dia

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Lunes 01 de Mayo de 2023

La Palabra dice


Jn 10, 11-18

«Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. 

Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: éste es el mandato que recibí de mi Padre».

La Palabra me dice


El discurso de Jesús, Buen Pastor, a la vez que presenta este rasgo propio de su identidad, también es una catequesis y una crítica a ciertos modos de ejercer la autoridad en el Pueblo de Dios y en la sociedad en general. En otros evangelios leemos que Jesús se compadece de la situación de su pueblo, porque están “fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor” (Mc 6, 34); es decir, que no gozan de ningún tipo de cuidados ni valoración por parte de la clase dirigente.

Por eso aquí se presenta la comparación entre el Buen Pastor y el asalariado. A este último solo le interesan las ovejas porque puede sacar algún rédito de ellas, pero como no son de su pertenencia ni se encuentra identificadas con ellas, ante el primer peligro las dejará por salvar su propio pellejo. En cambio, el Buen Pastor se interesa por las ovejas porque ellas le pertenecen y él se identifica con ellas. Hay un mutuo conocimiento y hay una identificación en la suerte. Es por ello que el Buen Pastor no teme dar la vida por sus ovejas, porque sabe que en su entrega se genera la vida del rebaño.

Con corazón salesiano


En Don Bosco podemos ver reflejado el celo de Jesús, Buen Pastor. Él supo vivir una entrega total a la misión por Dios encomendada.

A sus jóvenes les dijo como pacto de amor: “Por ustedes estudio, por ustedes trabajo, por ustedes vivo, por ustedes estoy dispuesto hasta dar la vida”.

A la Palabra, le digo


Jesús, Buen Pastor, dame un corazón que se duela y comprometa ante quienes se encuentran sin que nadie se ocupe de ellos. Que tu amor y cuidados me movilicen a cuidar y amar a mis hermanos y hermanas, identificarme con sus alegrías y tristezas, y entregar generosamente mis energías por el bien de los demás.


Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP