La Palabra me dice
Atendamos a los verbos: ir, creer, ver, no rechazar, no perder, resucitar. Nosotros, ante Jesús, podemos quedarnos solamente en una experiencia sensible, epidérmica: lo vemos, pero no creemos en él. Jesús nos llama a una experiencia de profundidad: verlo, creer e ir hacia él. ¡Ese es el dinamismo del discípulo!
Y cuando vamos a su encuentro con fe, él no nos rechazará y no dejará que nos perdamos. Jesús dará plenitud a nuestras vidas con la fuerza de su resurrección. |