Evangelio del Dia

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Jueves 26 de Enero de 2023

La Palabra dice


Lc. 10, 1-9

Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. 

Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que descienda la paz sobre esta casa!". Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes".

La Palabra me dice


Ahora Jesús nos envía de dos en dos. El anuncio testimonial de la Buena Nueva es en comunidad. Todo esto requiere de una paciente preparación. Comenzamos sabiendo de qué se trata, con una consigna bien definida: hay que anticipar la llegada de Jesús creando espacios de diálogo y de oración. El trabajo es arduo, la mano de obra es escasa. Por eso tenemos que multiplicar la invitación de boca en boca, en la cartelera comunitaria de la parroquia, en nuestros grupos juveniles, en el salón del centro vecinal, en los negocios de nuestro barrio. Es un trabajo de compromiso personal, solidario, creativo que de a poco se convierte en un empeño grupal y comunitario. Tenemos que aprender a vivir este proceso de evangelización y catequesis que nos lleva una y otra vez a proclamar el anuncio del Reino de Dios. Tenemos que prepararnos muy bien, compartiendo la Palabra y estudiando el Catecismo de la Iglesia Católica. Los tiempos cambiarán, las sociedades se transformarán, pero las personas seguirán siendo destinatarias de este anuncio.

Con corazón salesiano


“Curen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes". Lo leímos en el evangelio de hoy. Artémides Zatti fue el enfermero santo de la Patagonia para testimoniar el Reino de Dios. Con certeza que el contacto directo con los pobres tenía la finalidad de la salud, o sea, apaciguar el dolor, sobrellevar el sufrimiento, acompañar los últimos momentos de la vida, ofrecer una sonrisa ante la irreversible, dar una mano con esperanza. Por eso Zatti se transformó en "presencia-medicina": él curaba comprometido directamente con su agradable presencia. Esa presencia era el anuncio del Reino de Dios, la manera de atender al que está al borde del camino como hizo el buen samaritano. Su biógrafo, Raúl Entraigas, tuvo un hallazgo original: Entraigas descubrió en la frase de un paisano la síntesis de la vida de Artémides: El pariente de todos los pobres. La "salud" y la “santidad” de nuestra vida cristiana tendrá que ir por ahí... Y también la sabiduría. Las tres “S” de la espiritualidad salesiana.

A la Palabra, le digo


Jesús, nuestro compañero de camino que nos animas a salir de dos en dos a proclamar el Reino de Dios, la propuesta de vida cristiana que tiene el sello humano y divino, te pedimos caminar en lo cotidiano para construir un mundo de fraternidad, de oportunidades para todos, de convivencia en paz.



Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP