La Palabra me dice
A este pasaje del Evangelio podemos dividirlo en tres partes: Primero, la presentación de la persona de María. ¿Quién es? Nos ayuda a dar identidad, es una actitud de una persona concreta. La identidad, aquello que no sólo nos diferencia de los demás, sino que nos revela verdaderamente la persona que soy. Seguidamente, Dios envía al Ángel, y esta es la segunda parte: el diálogo que tiene María con el mensajero de Dios. Por un lado, Dios se manifiesta, se revela, es un Dios vivo y vive con nosotros. Por otro lado, este diálogo es una oración, en el cual María escucha lo que Dios tiene para decirle y también expresa lo que ella siente, lo que hoy nace de su corazón. Es un diálogo que se da entre dos. Tercero, la respuesta y actitud de disponibilidad y confianza de María, que, ya habiendo expresado su sentir, acoge y confía en la Palabra de Dios, pudiendo exclamar: “Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra”. |