La Palabra me dice
Muchas veces nosotros podemos jactarnos de nuestros conocimientos empíricos. Como son reconocer los fenómenos metereológicos u otras cuestiones de las cosas materiales.
Pero merecemos el epíteto de Jesús: “hipócritas”, porque en realidad conocemos lo que no perdura, pero somos necios en lo que nos da la vida. Tenemos la levadura de los fariseos, pero no la de los panes ácimos de la Eucaristía. Pero curiosamente muchas veces no discernimos su presencia en el tiempo presente, es decir, el momento decisivo en el que se nos llama a convertirnos. Tampoco conocemos lo que es verdadero y justo, a pesar de nuestra participación en los ritos que quizá vivimos rutinariamente y con poco fervor. El tiempo presente se nos ha dado para ir con Jesús Eucaristía como hermanos, y así llegar a ser misericordiosos como el Padre.
Jesús considera que quienes participan del Reino no deben dejarse arrastrar por los juicios y querellas. Tenemos que estar abiertos para vivir siempre en la Comunión. Porque muchas veces, la búsqueda de nuestros propios intereses se convierte en una cárcel de la cual es muy difícil salir. |