Evangelio del Dia

Buscar por fechas

Sábado 01 de Octubre de 2022

La Palabra dice


Lc 10, 17-24

Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre”.

Él les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”.

En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”.

Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!”.

La Palabra me dice


Los discípulos vuelven “con alegría” por haber anunciado el Reino y porque el resultado de su actividad ha superado sus expectativas. Eso crea el ambiente para la alegría y alabanza de Jesús al Padre. El comparte la alegría de los suyos (la nuestra). Han sido capaces de enfrentarse con el mal en sus múltiples manifestaciones y destruirlo en su terreno, con el poder que viene de “permanecer” en Él.
Con todo los (nos) invita a una alegría más profunda, que no acaba, no por la destrucción del poder satánico, sino por la actuación de Dios, que ha escrito sus nombres en el “libro de la vida”, ya que son representantes de Jesús. 
¿Quiénes pueden realizar esto? Los suyos, “gente sencilla” (= “los pequeños”), depositarios de una revelación especial sobre quién es Jesús y quién es su Padre; esa condición especial es la que realmente los puede hacer dichosos. Jesús aparece lleno de alegría por su relación con el Espíritu y con Dios, que es su Padre y éste es “el Señor”.
La segunda parte del texto es una síntesis del contenido de la revelación, que es absolutamente gratuita; lo que se revela no es solo la mutua relación entre Jesús y el Padre, sino también la relación de los discípulos, nosotros, con el propio Jesús. El núcleo de la revelación del Hijo es “quién es el Hijo” y “quién es el Padre”. Nos habla de una convergencia de afecto y beneplácito hacia el que presta su receptividad a la proclamación del mensaje.

Con corazón salesiano


¿Cuántas veces habrán experimentado Don Bosco, Maín, Artémides Zatti… la alegría de los sencillos? ¿Cuántas veces habrán constatado el triunfo de la gracia, del Reino, en la vida de los/las jóvenes y de los más pobres o desvalidos? Con ellos seguimos alabando al Señor de la Vida.

A la Palabra, le digo


Gracias Padre por habernos atraído a la esfera de tu amor.
Gracias Jesús por revelarnos al Padre y enseñarnos a decir: Padre Nuestro.
Gracias Espíritu Santo por hacernos partícipes de la comunión de la Trinidad.


Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP