La Palabra me dice
En la Fiesta de los Santos Arcángeles, la liturgia nos regala este precioso encuentro entre Natanael y Jesús, de donde podemos sacar dos notas bien importantes para nuestra meditación de hoy y para toda nuestra vida de fe.
En la lectura vemos un hecho esencial: lo que Jesús celebra en Natanael es que sea un hombre sin doblez, un hombre transparente, un hombre sin cosas ocultas, sin doble vida, coherente… un hombre de una pieza.
En ese sentido, en los ángeles celebramos también lo mismo, los ángeles son justamente criaturas que, delante de Dios, no tienen doblez, podríamos decir (jugando con la metáfora) que delante de Dios son transparentes.
La invitación que nos hace entonces la lectura de hoy: ser como los ángeles delante de Dios, personas transparentes y ser como Natanael, delante de los hombres, personas sin doblez, personas de una pieza. |