La Palabra me dice

Cuánta claridad la de Jesús en este Evangelio. Para hacer el bien a los demás hay que empezar por casa. 
El juicio le corresponde a Dios, no a nosotros. Quien perdona recibirá el perdón, quien mucho ama recibirá amor… en esta vida o en la eterna. Si eres generoso, Dios lo es más. Si eres orgulloso y tacaño, impides al Señor que ejerza su misericordia sobre vos.
Cómo habrá sido el nivel de competencia que existía entre los que acompañaban a Jesús, que tuvo que decir “el discípulo no es superior al maestro”... como si dijera que no vale la pena competir entre hermanos ya que lo importante es vivir en el amor, eso basta.

Con corazón salesiano

El esfuerzo de Don Bosco por evitar las murmuraciones y habladurías, las comparaciones y las burlas nos llevan a preguntarnos: ¿educamos para que en nuestra comunidades sean extirpadas estas raíces amargas que destrozan el buen trigo? ¿Cómo puedo ayudar en mis relaciones para que no se viva desde la lógica del poder sino de las relaciones fraternas? Si tengo el servicio de acompañar la vida de otros, ¿busco acompañamiento para crecer espiritualmente? 

A la Palabra, le digo

Ayúdame Señor, necesito mirar hacia mi interior y reconocer lo que me impide ver.  Te pido fuerzas para perdonarme y perdonar a aquellas personas que me hicieron daño. Ayúdame a reparar aquellas relaciones en las que yo provoqué alguna herida. Gracias porque hoy tu amor me ha encontrado, tu perdón me ha levantado.

Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP