La Palabra me dice
La autoridad con la que reacciona Jesús no proviene de la revancha. Él es el Maestro, y la fe que tiene en nosotros y en nuestra posibilidad de cambio es tan fuerte que, incluso experimentando rechazo, se dedicó a enseñar en la comunidad. La ley está para ser cumplida, y un gobierno es corrupto cuando no la cumple. No obstante esto, la ley sirve para custodiar, defender derechos y hacer crecer al ser humano y toda la creación. Si la ley va en contra de la vida y la creación, esa ley es injusta y esclavizante. Jesús lo sabía bien, por eso lo vemos cumplir la ley que da vida cuando asiste a la sinagoga en sábado, pero al mismo tiempo lo encontramos rebelándose pacíficamente ante las leyes injustas. No hacer un bien en sábado, más que honrar a Dios, era lo contrario. A Jesús le importó ser genuino con lo que pensaba, decía y hacía. Por esto no buscó en modo egoísta salvar su pellejo, sino que compartió la salvación que proviene del Padre. También por eso Jesús nos hace presente al Padre. |