La Palabra me dice
En la parábola no se dice si quien halla el tesoro lo estaba buscando o lo encontró de casualidad. No obstante, esta persona reconoce tal valor en él, que vende todo por adquirirlo. La primera consecuencia de haber encontrado el tesoro es la alegría. Ese es un buen signo de lo que en nuestra vida nos conviene custodiar, por lo que vale la pena arriesgar, y lo que importa adquirir. También en Mateo, Jesús nos invita a acumular tesoros en el cielo, ya que esos tesoros son para siempre. Reconozco que puedo hacer todo, incluso las pequeñas cosas, con un amor real, generoso y concreto por Jesús y las personas que me rodean. Así, donándome, sin pensarlo mucho, estaré construyendo el Reino de Dios que inicia aquí y disponiendo mi vida para gozar la alegría del reino eterno en el paraíso. “Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón”. (Mt 6,20) ¿Por qué personas y cosas descubro que vale la pena gastarlo todo en mi vida? |