La Palabra me dice
La invitación a ser parte y constructores del Reino en la tierra, y a participar del banquete del cielo, es para todos, sin excepción, sin importar origen, situación ni condición. Pero la puerta es angosta, no caben por ella las personas que se engrandecen adhiriéndose a la búsqueda de reconocimiento, poder, títulos, orgullos, en los que creen encontrar la felicidad. Por la puerta del Reino solo pueden pasar las personas con lo más valioso que tienen: su corazón, con su infinita capacidad de amar, perdonar, proteger, sanar. Hoy celebramos el día del niño y el día del catequista. Meditar este Evangelio es ocasión de pedir la gracia de un corazón inocente y sincero como el de los niños, para comunicar con mayor transparencia la Buena Noticia de Jesús. |