Evangelio del Dia

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Miércoles 17 de Agosto de 2022

La Palabra dice


Mt. 19, 30—20, 16

Jesús dijo a sus discípulos:

“Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros. Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña.

Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: ‘Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Y ellos fueron.

Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: ‘¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?’.

Ellos les respondieron: ‘Nadie nos ha contratado’. Entonces les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.

Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: ‘Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros’.

Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: ‘Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada’.

El propietario respondió a uno de ellos: ‘Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?’.

Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos”.

La Palabra me dice


Jesús utiliza muchas imágenes y parábolas para transmitir en qué consiste el Reino de los cielos. En esta ocasión se trata de un propietario que ofrece trabajo a muchas personas. Desea que a todas les llegue la posibilidad de trabajar, de obtener a través del esfuerzo lo necesario para vivir; por eso él mismo sale en varios momentos del día en busca de las personas necesitadas del trabajo.
La lógica del Reino queda en evidencia al momento de la paga. Todos reciben un denario, lo acordado, lo necesario. La reacción de los que trabajaron desde el inicio expone la lógica del mérito, mientras que la reacción del propietario ofrece la de la justicia, la bondad, la misericordia.

Con corazón salesiano


Don Bosco recorría las calles de Turín buscando jóvenes que a causa de la pobreza y el abandono no contaban con la posibilidad de una vida digna. A todos les ofrecía la misma “paga” o recompensa: la posibilidad de un espacio de vida, donde encontrar respuesta a las necesidades materiales y espirituales.

A la Palabra, le digo


En este día te pido Señor la gracia de poner siempre mis esfuerzos, dones y recursos al servicio de los demás, con un corazón misericordioso capaz de escapar de la tentación de buscar ser reconocido o importante, para buscar siempre el bien del otro.


Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP