La Palabra me dice
El Evangelio nos presenta otra escena donde los discípulos intentan bloquear el acceso a Jesús. Intentando recrear el momento, podemos imaginarnos a los padres de estos pequeños intentando que Jesús les regale la bendición. Ante esta situación, los discípulos, como cordón de seguridad, intentan evitar el encuentro, reprendiendo a estas familias. Jesús, que se da cuenta de la situación, reacciona rápidamente e indica que dejen que los niños puedan llegar hasta él, para imponerles las manos, bendecirlos. Además agrega una expresión muy interesante: “el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos”. Qué interesante contemplar a los niños para descubrir cuales son las actitudes, los modos, los gestos que debemos aprender, y que hemos desaprendido, porque todos alguna vez fuimos niños. Pienso en la espontaneidad, que muchas veces nos ha llevado a meter la pata, pero que nos mostraba auténticos, tal como éramos, sin caretas. La capacidad de perdonar, de no guardar rencor. Cuántas veces hemos discutido o nos hemos peleado con nuestros hermanos o amigos, ciertamente por cosas simples, pero un rato después del conflicto volvíamos a disfrutar de la fraternidad o la amistad. |