Evangelio del Dia

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Martes 26 de Julio de 2022

La Palabra dice


Mateo 13, 36-43

Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Explícanos la parábola de la cizaña en el campo”. Él les respondió: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. 

Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga!”.

La Palabra me dice


Hace días escuchábamos esta parábola que en la lectura de hoy Jesús, al igual que a sus discípulos, nos explica con más detalle. Reconociendo el tiempo presente, donde el bien y el mal conviven, hay un fuerte acento puesto en el momento de la cosecha, en el momento del juicio. Los ángeles, que son la figura simbólica de los cosechadores, quitarán del reino todos los “escándalos”. Esta palabra, de origen griego, se puede traducir como piedra de tropiezo, obstáculo y trampa. 
Creo que éste puede ser un criterio importante para aquellos que seguimos a Jesús, que somos sus discípulos, y que tiene que ver con no ser una piedra que haga tropezar a otros, porque nuestro modo de ser y de hacer los escandaliza, porque no mostramos una imagen de Dios paterna, cercana y misericordiosa. Nos decimos discípulos del Hijo, pero no mostramos al Padre que el Hijo nos enseñó a conocer.

Con corazón salesiano


En varias ocasiones, nuestro padre Don Bosco se refirió al problema que generaba el respeto humano, este límite a hacer el bien por respeto a quien no estuviera de acuerdo. Esto es tanto más grave, ya que casi siempre se evitan buenas acciones por respeto a los poderosos, generando escándalos que afectan a los pequeños y a los sencillos.

A la Palabra, le digo


Te pedimos Señor recibir de las semillas del Reino, para producir una buena cosecha, que sea signo de tu Reino, y que no espante a nadie que se quiera acercar a vos.



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