La Palabra me dice
La Palabra de Dios de hoy nos desafía a mirar una de las realidades más complejas de la vida del ser humano, como es la de tener privilegios, cualquiera sea. La Palabra nos dice que la madre de los Zebedeo pide los lugares de privilegio para sus hijos, quizás queriendo lo mejor para ellos, pero de un modo inadecuado. La reacción de los otros diez pone de manifiesto que ellos también anhelaban puestos de privilegio, que estaban detrás de esos lugares aunque no los habían pedido, quizás porque no se habían animado. Jesús aprovecha la situación para indicar cuál es el camino que Dios nos invita a recorrer, que no pasa por los privilegios, sino por el servicio. El que quiera ser el primero, que se haga servidor de los demás, esclavo de los demás. |