La Palabra me dice
¿Dónde está nuestro tesoro? ¿Dónde está nuestro corazón? ¿Dónde se halla puesta nuestra atención? Hoy Jesús nos advierte de no acumular tesoros en la tierra, lo cual no hace referencia solamente a bienes materiales, sino también a la búsqueda de fama, de prestigio, de títulos y más títulos, de likes y seguidores en nuestras redes sociales… Todo ello, nos dice el Señor, finalmente se pierde, se estropea, caduca… lo único que no caduca, que no se pierde, es el tesoro depositado en el cielo. ¿Y cuáles son estos tesoros celestiales? Los que brotan del amor, de las buenas obras, de un corazón en definitiva desprendido de sí mismo y de las cosas para brindarse generosamente a los demás y a Dios mismo, nuestro mayor tesoro. |