Evangelio del Dia

Buscar por fechas

Viernes 17 de Junio de 2022

La Palabra dice


Mt. 6, 19-23

Jesús dijo a sus discípulos:

"No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado. Pero si tu ojo está enfermo, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!".

La Palabra me dice


¿Dónde está nuestro tesoro? ¿Dónde está nuestro corazón? ¿Dónde se halla puesta nuestra atención? Hoy Jesús nos advierte de no acumular tesoros en la tierra, lo cual no hace referencia solamente a bienes materiales, sino también a la búsqueda de fama, de prestigio, de títulos y más títulos, de likes y seguidores en nuestras redes sociales… Todo ello, nos dice el Señor, finalmente se pierde, se estropea, caduca… lo único que no caduca, que no se pierde, es el tesoro depositado en el cielo.
¿Y cuáles son estos tesoros celestiales? Los que brotan del amor, de las buenas obras, de un corazón en definitiva desprendido de sí mismo y de las cosas para brindarse generosamente a los demás y a Dios mismo, nuestro mayor tesoro.

Con corazón salesiano


El cielo o el paraíso, en la espiritualidad de Don Bosco, ocupaba un lugar preeminente. El premio del cielo, alcanzar la santidad, era una motivación para el buen obrar cotidiano y el norte para la propia vida.
Así, a los primeros salesianos les expresaba que el fin principal de la Sociedad Salesiana era y es, en definitiva, la santificación de sus miembros. Nos dice Don Bosco: “Quién busca una vida cómoda, de bienestar, no entra con buen fin en nuestra sociedad”; “Por eso los socios deben dirigirse a su Señor, al remunerador, a Dios, y todos deben hacerse inscribir en la Sociedad por su amor, trabajar por su amor”.

A la Palabra, le digo


Dios Padre, que mi corazón esté centrado en ti, para que mis tesoros no estén anclados en los bienes pasajeros de la tierra sino en el cielo infinito de tu amor.



Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP