Evangelio del Dia

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Jueves 16 de Junio de 2022

La Palabra dice


Mt. 6, 7-15

Jesús dijo a sus discípulos:

“Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes”.

La Palabra me dice


Jesús nos revela nuestro ser hijos de Dios. Él vivió esta realidad de intimidad profunda con Dios, a quién supo reconocer como Padre.  Y en ese descubrir la paternidad de Dios, no se redujo esa experiencia a él solo, sino que Dios-Padre era “Padre Nuestro”, Padre de todos los hombres y mujeres, Padre de toda la creación. Desde esta experiencia Jesús se relaciona con Dios y nos enseña a hacerlo nosotros también. 
La oración del Padrenuestro es una hermosa síntesis de una experiencia vital que estamos llamados a hacer y profundizar cada día, así como lo hizo Jesús.

Con corazón salesiano


Don Bosco perdió a su padre a la temprana edad de los dos años. A partir de allí, esa pérdida lo condujo a una experiencia de la paternidad de Dios inculcada especialmente por su madre, Margarita. También, humanamente, el año en la escuela de Don Calosso hizo que Juan Bosco viva la cercanía afectiva de ese padre que nunca pudo disfrutar. Juan Melchor Calosso, en efecto, le expresó ante los inconvenientes con su hermano Antonio: “Juanito, has puesto en mí tu confianza, y yo no quiero quedarme sólo en palabras. Deja al hermano, si te trata de esa manera. Vente conmigo y vas a encontrar un padre que de veras te ama”.
Poco a poco, él fue forjando un corazón de padre, signo de la misma paternidad de Dios, y encontró su mayor felicidad en ser nombrado así: “Llámenme Padre, y seré feliz”.

A la Palabra, le digo


Hoy podemos hacer con mayor sentido y profundidad la oración del Padrenuestro: 
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”.



Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP