Evangelio del Dia

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Miércoles 23 de Marzo de 2022

La Palabra dice


Mt. 5, 17-19

Jesús dijo a sus discípulos:

“No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una i ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que desaparezcan el cielo y la tierra.

El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos”.

La Palabra me dice


No dejan de sorprender estos breves versículos de San Mateo. Jesús en muchas ocasiones ha cuestionado la observancia de la ley por la ley misma. Ha discutido con los fariseos y los doctores de la ley y les ha dicho cosas que en verdad podrían considerarse ofensivas. 
Sin embargo, en este texto nos dice que Él no vino abolir la Ley, sino a darle cumplimiento. Y nos invita hacer lo mismo: a cumplir la Ley de Dios hasta en los pequeños detalles.
Quizá si miramos un poco más fino y nos damos cuenta que la Ley y los profetas se resumen en el amor a Dios y a los demás, ahí nos cuadra mejor este breve texto.
Él ha venido a dar plenitud a la Ley, a darle cumplimiento… Y si miramos la vida de Jesús, ha sido un permanente movimiento de amor hacia nosotros.

“El que cumpla y enseñe hasta el más pequeño de los mandamientos será considerado grande en el Reino de los cielos”: La invitación es amar y a enseñar amar, hasta en los pequeños detalles de la vida. Un pequeño texto que resume la vida y misión de Jesús, además de nuestra propia y particular vida cristiana.

Con corazón salesiano


Si vamos a la vida de Don Bosco y vemos las “Compañías” que fundó, nos daremos cuenta que todas tenían un reglamento. Y que era necesario cumplirlo a raja tabla. 
Todo tenía una intención: ayudar a los chicos a descubrir el amor de Dios y amar a sus semejantes. Las normas tenían un fin pedagógico y espiritual: ayudar a vivir con mayor intensidad el amor en oratorio.
Qué lindo y qué bueno cuando las normas de convivencia se concentran en lo esencial y nos permiten, con libertad, aprender a vivir en comunidad, en familia, desde la confianza que sabe hacerse amar.

A la Palabra, le digo


Señor Jesús, Tú nos dejaste un sólo mandamiento: “Ámense unos a otros como Yo los he amado”.
Enséñanos a amar así como nos amaste: hasta dar la vida, en los pequeños detalles cotidianos.
Esos detalles que son los que más nos cuestan muchas veces. 
Te pedimos que nos enseñes amar con lo mejor de nosotros mismos a todos, y que sepamos enseñar a los demás a vivir el amor, no tanto con nuestras palabras sino más bien con nuestros gestos y actitudes de vida. Danos esa sabiduría, Jesús. Amén.



Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP