La Palabra me dice

Jesús cuenta esta parábola para continuar con el tema acerca de Juan Bautista, profeta de Dios. La parábola cuenta que un hijo le dice al Padre “sí” y otro le dice “no”: o sea, arrepentirse o bien no arrepentirse, en sentido fuerte y exigente. El hijo que dice “sí”, son los que se creen buenos y justos, pero en realidad desobedecen. El hijo que dice “no” son los pecadores que hacen penitencia y le creen a Juan Bautista, o sea, “los publicanos y las prostitutas” que le han creído. Ellos llegan antes al Reino de Dios, ya que han aceptado la predicación de Juan.

Hay casos en que, a veces, se produce una ruptura entre la jerarquía eclesiástica y el pueblo creyente. De hecho, Jesús provocó una oposición entre el pueblo y sus jefes. Ambos deben convertirse y ser humildes delante de Dios que llama a todos.

Con corazón salesiano

Los seguidores de Don Bosco y María Mazzarello se han esforzado por tener armonía en la Iglesia y que todos trabajasen buscando la unidad. Cuando hay alguna discordia, hay que hacer un discernimiento honesto y veraz. Por eso es práctico el consejo de Don Bosco a los primeros misioneros: “Cada mañana encomienden a Dios las ocupaciones del día…; Uds. vayan de acuerdo con todas las autoridades civiles, religiosas y gubernativas”.  Cada uno en su lugar. Hay otros que escriben y clarifican los conflictos y las dificultades que siempre surgen a lo largo de la vida. A veces no todo es fácil de resolver y habrá que soportar también la imposibilidad de vivir tranquilos con todos.

A la Palabra, le digo

Tú Señor, enseñas a ser libre de veras y eso se demuestra en la práctica de tu palabra. Yo sé que no hay vida posible, sin vivir unido a tu pasión y cruz. Deseo la libertad que vos me das y que conduce a la creatividad de una vida buena para vos y mi prójimo. Amén.

Ahora podés escuchar el Evangelio del Día en Spotify como "Lectio salesiana": https://spoti.fi/3gRYQSP