Evangelio del Dia

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Lunes 16 de Agosto de 2021

La Palabra dice


Mt. 19, 16-22

Se acercó un hombre a Jesús y le preguntó: “Maestro, ¿qué obras buenas debo hacer para conseguir la Vida eterna?”

Jesús le dijo: “¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno sólo es el Bueno. Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos”.

“¿Cuáles?”, preguntó el hombre. Jesús le respondió: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

El joven dijo: “Todo esto lo he cumplido: ¿qué me queda por hacer?” “Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús, ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo.

Después, ven y sígueme”.

Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes.

La Palabra me dice


El Papa Francisco hace referencia a este pasaje en la Exhortación Apostólica Vive Cristo, dirigida a especialmente a los jóvenes, y allí en el Nº 18 nos dice: “En el Evangelio de Mateo aparece un joven que se acerca a Jesús para pedir más, con ese espíritu abierto de los jóvenes, que busca nuevos horizontes y grandes desafíos. En realidad su espíritu no era tan joven, porque ya se había aferrado a las riquezas y a las comodidades. Él decía de la boca para afuera que quería algo más, pero cuando Jesús le pidió que fuera generoso y repartiera sus bienes, se dio cuenta de que era incapaz de desprenderse de lo que tenía. Finalmente, ‘al oír estas palabras el joven se retiró entristecido’. Había renunciado a su juventud” (Christus Vivit, 18)

Con corazón salesiano


Hoy es el cumpleaños de Don Bosco, y su vida nos sigue regalando muchas orientaciones para ser santos en la cotidianidad. Nuestro padre siempre aconsejaba a los muchachos del oratorio para crecer en virtud, sobre todo en las riquezas para el futuro. En una carta, Don Bosco le escribía a Esteban Rossetti lo siguiente: “Recuerda los muchos avisos que te he dado (...) que estés siempre alegre, pero tu alegría sea verdadera (...). Dedícate al estudio para llegar a ser muy rico, pero rico en virtudes...”.

Don Bosco quiere que seamos “ricos” y que no renunciemos a la juventud, y que toda la riqueza que recibamos la podamos poner al servicio para la salvación de las almas.

A la Palabra, le digo


Señor Jesús, te pedimos que nos libres del egoísmo, para que podamos ser servidores de los que más necesitan y testimonio de tu amor. Regalános la gracia de mantener intacta nuestra juventud para seguir viviendo la alegría de la santidad.