Hay dos posibles lecturas del evangelio para hoy, según se tome el de feria o el de la inauguración del templo Mayor dedicado a la Virgen. De todos modos, yo relaciono ambos en una misma lectio: De feria: Mateo 16, 13-17 Conmemoración de la Virgen: Lucas 11, 27-28
“Mientras Jesús predicaba alzó la voz una mujer desde la multitud y dijo: ‘Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te alimentaron’. Pero Jesús respondió: ‘Es más dichoso aún quien oyendo la palabra de Dios, la pone en práctica…”. La Palabra me dice
Del primer texto: “Ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. Más importante que saber lo que dicen los demás, incluso el mismo catecismo, es responder al interrogante de Jesús que nos pregunta quién es Él para cada uno de nosotros. Si sólo se reduce a un concepto aprendido, o peor aún, no sabemos qué responder. Para Pedro, que habla en nombre de los demás apóstoles, es el “Hijo de Dios Vivo”. Pero para mí, ¿qué significa Jesús? ¿Qué lugar ocupa en mi vida? La respuesta que demos es sin duda una iluminación del Espíritu Santo. No podríamos responder siquiera como Pedro si no nos mueve la fe. Pero aun así, esa creencia en Jesús como “Hijo del Dios Vivo”... ¿En qué medida mueve nuestra vida, orienta nuestra actividad, incide en nuestras decisiones, condiciona nuestros modos de proceder? Sin duda alguna, muy distinta es la vida del que cree con relación a la de aquel que no cree en el Señor, no tiene el mismo horizonte, el mismo destino. Del segundo texto, resuenan como un eco las palabras que sorprendió a los que estaban escuchando a Jesús: “felices los que escuchando la Palabra de Dios, la ponen en práctica” . Y además, los iguala a su propia Madre, a quienes llaman “feliz” por haberlo engendrado… Al celebrar la inauguración del primer templo mayor dedicado a la Virgen, pidámosle a ella que nos permita gozar de su misma felicidad, engendrando en nosotros la misma presencia de Jesús que es la Palabra del Padre. |