La Palabra me dice
En estos días veíamos cómo Jesús empleaba parábolas en su anuncio del Reino, pero también nos dábamos cuenta que muchas veces no comprendemos lo que se nos enseña. Pero ahí aparece el Maestro, con palabras de aliento, intentando ponernos de nuevo en marcha. Hoy, nos ofrece una explicación de la parábola del sembrador. Se nos muestra cómo el cultivo de Dios, que nace y crece aquí en la tierra, es un hecho visible, y cómo el éxito de la cosecha no radica en nuestras estrategias humanas ni en el marketing, sino en la iniciativa salvadora de Dios “rico en misericordia” y en la eficacia del Espíritu Santo, que puede transformar nuestras vidas para que demos sabrosos frutos de caridad y de alegría contagiosa. En ocasiones, la palabra de Jesús puede quedarse en simple “parábola” para una multitud incapaz de comprender, pero para el que se deja llevar por su fuerza, puede revelar “los misterios del Reino de los Cielos”, todo cambia. Hoy, más que nunca, ante la Palabra debemos esforzarnos por aceptarla, entenderla y procesarla en la cocina de nuestro corazón, sólo así nuestra vida se transforma y llega a fructificar. |