La Palabra me dice
Los discípulos probablemente llegan eufóricos por todo lo que han hecho. Jesús tiene un gesto de cuidado tierno: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”, que es a la vez una oportunidad para crecer en la intimidad con Él, fuente y motor de toda la acción que han desarrollado y de la que realizarán. Con todo, Jesús “no puede con su genio” y se compadece de las multitudes; les enseña palabras que dan Vida, los sana, les da de comer. Este Jesús es el Buen Pastor que “da la vida por sus ovejas”… lo que dice lo vive y también enseña a los suyos a hacer otro tanto. También muchos de nosotros tenemos hoy nuestro día de descanso (si las leyes del mercado no te obligan a trabajar como cualquier otro día…) y en la Eucaristía el Señor nos repite: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”, para que les pueda hablar al corazón y para que les contagie, desde la Palabra y el Pan, mi corazón compasivo, que se conmueve ante las necesidades y sufrimientos de nuestra sociedad. |