Evangelio del Dia

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Miércoles 09 de Junio de 2021

La Palabra dice


Mt. 5, 17-19

Jesús dijo a sus discípulos:

“No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una ‘i’ ni una ‘coma’ de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra.

El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos”.

La Palabra me dice


El evangelista Mateo tiene la intencionalidad de mostrar a Jesús como el cumplidor de las promesas hechas en el Antiguo Testamento. El verbo “cumplir” es utilizado 16 veces para señalar que Jesús cumple alguna promesa realizada a los profetas, desde su nacimiento hasta su muerte, con el sorteo de su vestimenta.

Esto muestra la continuidad de Jesús con la religión de su pueblo, de su familia. No viene a eliminar, sino a dar cumplimiento.

Muchas veces, en voz de un valor que proclamamos solemos disrumpir lo anterior, en vez de darle cumplimiento. O cumplimos nuestra misión o tarea a modo de “trámite”, una cosa detrás de la otra, sin descubrirle el sentido.

Jesús cumple, pero no al modo de expectativas pasadas o de otros, sino cumplir al modo de plenitud. El verbo en griego πληρωσαι también se utiliza para expresar “colmar”. Ejemplo de esto es en Mateo 13,48 “…una vez llena, los pescadores sacan (la red) a la playa”. En este pasaje bíblico el verbo  πληρoω se refiere a “colmar”.

¿Cumplo mi misión y/o tarea al modo de llevar a la plenitud mi vida, mi tiempo, mis talentos, todo lo que soy, o lo hago porque hay que hacerlo?

Con corazón salesiano


Cuán importante es la palabra de Dios que Jesús le da su respaldo, pero muchas veces nosotros ni la miramos, queda olvidada en la biblioteca, de adorno en la mesita de luz o en algún lugar de la casa. 
Seremos gigantes cuando descubramos quienes somos y hacia dónde vamos. El camino hacia el cielo no para, pero vos y yo estamos llamados a caminar y luchar juntos. Dios no quiere que nos salvemos solos, sino que seamos una familia, navegando en el mismo mar; es por eso que debemos ayudarnos los unos a los otros. 

A la Palabra, le digo


Jesús, vos que conoces lo que hay en nuestro corazón, sabés que muchas veces es difícil cumplir y enseñar tu palabra en acciones u obras, quisiéramos ser constantes siempre, día a día nos esforzamos y ponemos lo mejor de nosotros para alcanzar tu Reino, por eso te pedimos que nos ayudes y nos des el amor y la sabiduría para poder lograrlo.