La Palabra me dice
“Uno de ustedes”: Jesús se conmueve profundamente. Y no era para menos. Mientras él estaba haciendo aquel gesto de total entrega de sí mismo, a su lado un discípulo estaba tramando cómo traicionarlo en aquella misma noche. Jesús expresa su conmoción y dice: “En verdad les digo: uno de ustedes me entregará” No dice: “Judas me entregará”, sino “uno de ustedes”. Alguien del círculo de amistad será el traidor. ¿En alguna situación no hemos obrado con los criterios, la claridad y valentía que se hubiese esperado de un creyente? ¿Puede ser ésta una forma de “traición”?
“Los discípulos se miraban unos a otros”: Los discípulos se asustan. No esperaban esta declaración tan seria de que uno de ellos les iba a traicionar. Pedro hace una señal a Juan y pregunta a Jesús quién de los doce iba a cometer la traición. Señal de que no entendían quién podía ser el traidor. O sea, señal de que la amistad entre ellos no había llegado todavía a la misma transparencia de Jesús para con ellos.
“Hazlo pronto”: Judas percibe que Jesús estaba enterado de todo. Sin embargo, no vuelve atrás, y se mantiene en la decisión de traicionar a Jesús. Es ahora cuando ocurre la separación entre Judas y Jesús, Judas es el que se aleja. Juan dice que Satanás entró en él. Judas se levantó y se fue. Se puso al lado del adversario (Satanás). Juan comenta: “Era de noche”. Recuerdo algunas noches de mi vida, cuando aún a sabiendas de que estaba obrando por fuera del Evangelio, seguí adelante, tal vez por miedo a reconocer que estaba equivocado, por querer mantener orgullos y apariencias, por comodidad. |