La Palabra me dice
En esta elección de los apóstoles, nosotros también nos podemos encontrar llamados como ellos por el Señor. Por eso, les comparto algunas ideas y preguntas que pretenden ayudar a poder sintonizarnos con nuestro Padre. En primer lugar el Evangelio empieza con la “necesidad” de Jesús de orar a solas, de tener un encuentro personal con el Padre antes de la elección de los apóstoles. Vos, ¿cómo estás con la oración? ¿Cómo estás con ese encuentro con el Padre? ¿Te tomás ese tiempo a solas como hizo Jesús? Para toda decisión importante no hay que improvisar, hay que hablarlas con Dios y compartirlas con quien sabés que te va a escuchar y te puede aconsejar, para poder responder de la mejor manera a ese llamado. No contestes cuando estés enojado, no decidas cuando estés en crisis, no prometas cuando estés contento. Tomáte tu tiempo, tené apertura para plantearte las cosas y pedile a Dios que te ayude a discernir. En segundo lugar, Dios nos llama, y por el nombre. Vemos que Jesús llama a cada uno de los apóstoles con sus historias, con sus vidas, con sus cruces, con lo bueno y con lo no tanto. Al igual que a nosotros. Y nos llama de manera particular, porque tiene un sueño especial para cada uno que fue pensado y rezado con mucho tiempo. ¿Vos tenés tiempo para él? ¿Tenés tiempo para responderle? Buscá serenarte y parar un poco, quedate un ratito en silencio delante de Jesús y escuchá lo que tiene para decirte. ¡Ánimo! |